Cuando uno ve los cambios de rumbo y giros de 180 grados que se están produciendo en el entorno legal del sector inmobiliario, la verdad que asusta.

35 días ha durado la última ley que aseguraba ser «la panacea» para reducir los precios del alquiler y que a mi modo de ver, lo único que ha hecho ha sido todo lo contrario.

Será tan difícil escuchar a todas las partes implicadas y hacer algo de consenso? imagino que si cuando nunca se ha hecho.

Por un momento me imagino que me traspasan la «patata caliente» de ser el  Responsable de Vivienda del Gobierno de España (de cualquier color) y aunque hay mucho por desarrollar, estas serían las primeras líneas de actuación  que pondría en marcha:

– Crear autenticas politicas sociales que ofrenzan soluciones reales a la gente en riesgo vulnerabilidad «demostrada», y que no puedan hacer frente al pago de la hipoteca o el alquiler por una situación sobrevenida. Por ejemplo ayudas al alquiler, mayor stock de vivienda social, etc

– Lucha activa contra las mafias y la okupación ilegal, poniendo en marcha de forma real el deshaucio express para todo tipo de propietarios, protegiendo así la propiedad privada.

– Agilizar los procedimientos de deshucio en caso de impago de alquiler que den a los propietarios la seguridad jurídica de no perder su casa por un largo perido de tiempo.

– Garantía de cobro de rentas en alquileres para particulares para contratos de larga duración (5 años).

– Liberar suelo de forma urgente para promociones tanto en venta como en alquiler y tanto libres como en mayor medida protegidas.

– Acuerdos con promotores y propietarios de suelos urbanizables para agilizar la gestión urbanistica a cambio de promover vivienda asequible en venta y alquiler.

– Incentivar en positivo, con medidas tributarias que garanticen la neutralidad fiscal en la rehabilitación  y en la promoción residencial destinada al alquiler.

– Mayor control en  alquileres y ventas de VPO, llegando incluso a la posibilidad de perdida de la vivienda a los que alquilen o vendan por encima del precio máximo legal.

En definitiva:

– Aumentar el stock dando una mayor protección a los actuales propietarios de miles de viviendas vacías para que salgan al mercado de alquiler.
– Promover vivienda asequible.
– Controlar mafias y  «jetas» en okupaciones ilegales.
– Dar respuesta real a la gente que lo necesita economicamente

Creo que son medidas complejas muchas de ellas, pero necesarias para responder a la actual situación.

Es necesario contar con un mercado inmobiliario sano, alejado de los puros especuladores caza chollos, aunque si abierto a los inversores que buscan rentabilidades razonables y que pueden potenciar un mercado en alquiler sostenible.

Espero que sirva de ayuda a alguna cabeza pensante.

Un saludo

Alejandro Sancho